A Micay le sigue el tríptico de 2020 Indigente, indi(o)gente, indigen(a)-te, que aborda la eliminación de la identidad indígena. Las intervenciones que hace Pataxó en esta serie de retratos en blanco y negro del siglo XIX pueden leerse como un comentario sobre la eliminación forzada y la invisibilización de la indigeneidad en la historia colonial y reciente de Brasil.
Al eliminar los rostros de los retratos, Pataxó hace explícita la violencia: son retratos sin rostros, sin marcas, sin identidad. El título del tríptico juega con la conexión etimológicamente falsa entre las palabras "indigente" e "indígena". En portugués brasileño, la palabra "indigente" no sólo significa pobre o indigente, como en latín, sino que también es un término jurídico y periodístico utilizado para describir los cadáveres no identificables, especialmente en la expresión "enterrado como indigente".
La intervención de Pataxó equipara la identidad perdida de los sujetos fotografiados a la falta de identidad de los cadáveres indigentes que son enterrados sin nombre, sin parientes ni amigos. Al vincular las palabras "indigente" e "indígena", también interpela la deshumanización racista de los individuos indígenas por parte de las prácticas de conocimiento occidentales, hecho que se hace aún más explícito con la transformación poética de la palabra indigente en "indio(é)gente".
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