Además de estar relacionada con las territorialidades jurídicas y políticas, la tierra en América Latina es a menudo la base de las identidades culturales. Al evocar explotaciones territoriales evidentes en los cómics de las partes anteriores de la exposición, esta sección muestra algunas formas en que la tierra está conectada a tales identidades - y cómo los cómics pueden mostrar esos vínculos.
La sexta entrega de El Cerra'o, serie ficticia de terror creada por Julio G. Rodríguez, se inspira en la trágica muerte de unos obreros de la construcción en Cali en 1991. El autor señala que, desde entonces, el edificio, situado en el emplazamiento de un antiguo matadero municipal, está embrujado. En el cómic, el protagonista exorciza a un espíritu que atormenta a un niño que vive en el edificio. Pero al abrirse con la sangre indígena que se filtra en los paneles de tierra, El Cerra'o traza las capas de sufrimiento que sustentan una historia de capital incrustada en el suelo.
Rodríguez hace referencia a la industria minera, a los cadáveres sangrantes de animales en el matadero y al derrumbe de una estructura de hormigón en la ciudad moderna. Pero al citar la violencia de la Conquista y el sufrimiento indígena, destaca que el cuerpo sacrificado no es tanto "un punto focal de cruel explotación y muerte como una forma de reflejar el cuerpo explotado, expropiado y alienado del trabajador", en palabras de Gabriel Giorgi (2014: 135), sino también parte de una dinámica racializada más amplia.
James Scorer
Esta historieta narra el viaje de Pedrito desde el altiplano de Puno hasta Arequipa y Lima. El niño indígena es representado con poncho y descalzo, su cuerpo retratado con poses rígidas y hieráticas, refleja una situación de subordinación en la mayoría de las escenas. La estructura del cómic se desarrolla en tres momentos fundamentales: la soledad del niño tras la pérdida de su madre, la ayuda que recibe de los adultos para realizar el viaje a la ciudad y su decisión final de abandonar Perú. El artista Demetrio Peralta (1910-1971) emplea un narrador omnisciente para subrayar la relación entre estos niños indígenas y el mundo adulto predominantemente blanco-mestizo. Cada panel ilustra el sometimiento de Pedrito a la autoridad adulta, con el fin de evitar que se desvíe o degrade debido a su origen racial, siguiendo las políticas eugenésicas de la época. Surge como un personaje pasivo, carente de control sobre su vida y sometido a la violencia física y verbal. En última instancia, el único camino viable que se presenta para el niño es la emigración, vista como la adopción de los valores de la civilización occidental. El cómic sirve como reflejo de las contradicciones inherentes al proyecto indigenista peruano. Al tiempo que aspiraba a la transformación cultural, perpetuaba las jerarquías raciales, enmarcando estas narraciones como historias de triunfo sobre la adversidad, ocultando una forma sutil de racismo.
Malena Bedoya
Esta página de cómic del historietista ecuatoriana-colombiana Power Paola representa una página de un diario de viaje que describe sus propios viajes con su pareja a Potosí, Bolivia, una ciudad con una larga historia de extractivismo minero basado en la explotación indígena y negra. Narrada en primera persona de forma autorreferencial, la página centra el punto de vista, las experiencias y los valores de su propio personaje de cómic. Una turista de clase media blanca o blanca-mestiza (alguien que en Colombia, Bolivia y Ecuador sería identificado como “blanca”), el personaje principal del cómic se preocupa por dolencias menores, insiste en conseguir hojas de coca, observa la abundancia de perros callejeros y, aparentemente ajena a su propio privilegio racial y de clase, describe a una mujer indígena que les grita a ella y a su compañero en la calle sin agregar ningún comentario autorreflexivo al respecto. Lo banal se presenta en el mismo tono y nivel narrativo que los comentarios sobre cuestiones históricas y sociales, como la pauperización de Potosí, trivializando, de esta manera, los privilegios de la clase media blanca y pasando por alto las discusiones sobre raza y desigualdad. Si la expresión inexpresiva pretende ser descriptiva o irónica, y cuáles serían las implicaciones de eso, es decisión del lector. El comentario acerca de no querer “ir a ver” a los mineros “esta vez”* ejemplifica las complejidades de los viajeros que se dedican al turismo de pobreza o le dan la espalda a la pobreza, a menudo de maneras que no consideran las causas estructurales de la pobreza y la propia implicación de los turistas en ello. Todos estos elementos ilustran cómo opera el privilegio blanco-mestizo (Cerón-Anaya et al 2023), la mirada blanca (Mirozeff 2023), la mirada mestiza (Ortega Domínguez 2022), la inocencia mestiza (Saldivar Tanaka 2022) y lo que el filósofo Charles W. Mills (2007) identificó como ignorancia blanca.
* "Los mineros viven en las peores condiciones. Esta vez no quiero ir a verlos. Es un turismo que no soporto".
Abeyamí Ortega
Las aventuras del Gato: La isla del griego es una historieta creada por el dibujante argentino Daniel Rabanal. Publicada entre el 28 de enero y el 25 de agosto de 1996, apareció en el suplemento dominical Los Monos de El Espectador. Rabanal, que vivió en Colombia en los años 90, presenta una visión diferente a través de sus protagonistas -El Gato, Kurt, Nagori y Tacuma- en la que la defensa de la naturaleza se convierte en un objetivo compartido. Su misión: detener y denunciar el tráfico ilegal de especies liderado por "El Griego". Tacuma, un joven indígena, identifica claramente los problemas de la selva con las acciones del hombre blanco y su desenfrenada búsqueda de enriquecimiento. En la misma línea, el comentario del protagonista amplía esta crítica, señalando que estas actitudes no son exclusivas del entorno selvático, sino que se extienden a otros ámbitos, subrayando así la problemática inherente a dicha blancura en diferentes contextos socioambientales. Aunque Rabanal utiliza un término genérico para referirse a la población indígena que representa, su cómic abre una ventana crítica a la crisis ambiental y al extractivismo que afectó a varias comunidades indígenas colombianas en la década de los noventa y que continúa en la actualidad.
Malena Bedoya
En este fanzine, creado durante un taller organizado por CORALA en colaboración con el Banco de la República de Cali, el artista indígena nasa Michael Guetio coloca el retrato esbozado de una mujer indígena sobre un mapa de Colombia. Utilizando una técnica común para crear fanzines - una hoja de A4 doblada y parcialmente cortada para hacer un pequeño cuadernillo -, Guetio moviliza el proceso de desplegar y girar el fanzine para crear un proceso material de descubrimiento. Reveladas en su totalidad, las palabras que inicialmente confrontan al lector -afro, indígena, vida, naturaleza, salvaje, trabajador rural, historia- aparecen como parte del montaje que Guetio crea: lenguaje, cuerpo, territorio. Aquí las huellas de una mano indígena, manifiestas en la fusión de líneas fluidas y estriadas de bolígrafo que se abren paso a través de la página, incrustan otro cuerpo indígena en la tierra: el rostro de la mujer comparte algunas de las mismas líneas que demarcan el territorio nacional, resaltando las paralelas y múltiples temporalidades e identidades raciales que componen el moderno estado colombiano.
James Scorer
Crónicas de la Resiliencia es una novela gráfica que desafía las dinámicas de poder tradicionales y las estructuras jerárquicas poniendo de relieve las voces y experiencias de comunidades históricamente marginadas, en particular los afrodescendientes. Reimagina la relación entre los seres humanos y la naturaleza, haciendo hincapié en la igualdad y la cooperación con entidades no humanas como las tortugas. Basándose en perspectivas posthumanistas críticas, la novela cuestiona la noción de superioridad humana sobre la naturaleza y critica las jerarquías raciales y de género.
Aunque no llega a cuestionar plenamente el concepto de raza, la imaginación política de la novela anima a reevaluar las ecologías sociales y las relaciones entre el hombre y la naturaleza. Al centrarse en los relatos de los grupos marginados, altera la tendencia de los cómics convencionales a dar prioridad a una perspectiva centrada en el ser humano. En última instancia, Crónicas de la Resiliencia representa la resiliencia como algo más que la mera supervivencia: es un proyecto político radical que pretende desmantelar el racismo, el sexismo y el antropocentrismo. Al reposicionar las representaciones marginadas, propone una visión de un mundo más justo y sostenible para todos los seres.
Abeyamí Ortega